lunes, 2 de junio de 2008

LOS DOCENTES NO INVESTIGAN EN ECUADOR

Nos hacemos eco de la entrevista al Dr. José Reig, publicada en el diario Hoy, este lunes 2 de junio. Dicha entrevista fue realizada en horas previas a la conferencia magistral que el Dr. Reig dictó en nuestra universidad, en ocasión del 4to. aniversario de fundación de la UDLH. La conferencia versó sobre "Nuestra América" tocando temas de la reciente investigación del Dr. Reig. La entrevista, sin embargo, profundiza algunos aspectos de la realidad universitaria en nuestro país y el campo de la investigación docente.

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Los docentes no investigan en Ecuador

ENTREVISTA A José Reig Satorres. Catedrático de derecho e historiador español

¿Quién es? Es especialista en Derecho Indiano. Fue vicerrector de la Universidad Santiago de Guayaquil durante seis años y catedrático en la misma institución. Fue autor del Anuario Histórico-Jurídico Ecuatoriano que trata algunos temas como las Actas del Cabildo de Guayaquil

Analizar el pasado es una de las especialidades de José Reig Satorres. No solo por ser miembro de la Academia de la Historia de Paraguay y de Chile, sino porque ha logrado plasmar algunas obras que recrean la historia del Ecuador. Entre las más destacadas se encuentran Las Casas, en García-Gallo, un homenaje al profesor Alfonso García-Gallo y Normas penales en las ordenanzas de Quito y Guayaquil (Siglo XVI), en memoria del X Congreso del Instituto Internacional de Historia del Derecho Indiano.

Este miembro del Opus Dei, que ha dedicado más de 30 años a la enseñanza, está convencido de que la preparación superior es la mejor forma de fomentar espacios para el desarrollo de un país.

Reig realizó un análisis del sistema educativo ecuatoriano y, sin ser alarmista, aseguró que hay un largo camino para alcanzar la perfección académica.

¿Cómo se encuentra la educación universitaria en América Latina?

Muy mal. A excepción de México, Chile, Argentina, América Latina ha evidenciado un lento desarrollo. Colombia está empezando a mostrar un avance, pero todavía falta mucho para llegar a un nivel académico de calidad.

¿Cuál es la situación del Ecuador?

Su nivel universitario es muy deficiente. Por ejemplo, sus catedráticos no perciben una adecuada remuneración. Ellos alcanzan salarios no solo absurdos, sino ridículos. No hay las garantías económicas de que un maestro tenga un salario que lo motive a seguir incrementando sus conocimientos.

¿Cree que se ha registrado alguna mejora?

No. Recuerdo que en 1987 me reuní en el Ecuador con 70 catedráticos de América y Europa. Pedí a mis alumnos que les pregunten cuánto ganan. Un maestro de Argentina respondió que recibía cerca de $4 000 y ese año viajó a Alemania para una capacitación con todos los gastos pagados. En Chile cobraban $3 500, en México, $3 000; en España, $4 000. En ese entonces, yo ganaba $30 -no recuerdo cuánto era el cambio en sucres- pero solo me alcanzaba para poner la gasolina en el carro.

¿Cuál es la principal problema que atraviesa el sistema universitario?

Los bachilleres llegan a los centros superiores con una inadecuada instrucción. Frente a este problema, la universidad tiene que nivelarlos porque son la base del sistema educativo y eso genera retrasos. Pero la situación empeora si los maestros no se sienten motivados para preparar a sus estudiantes.

¿Y qué está pasando en el área de la investigación?

Esa área se encuentra muy descuidada. En general, los estudiantes ecuatorianos no se preocupan por ir más allá de lo que les dan en sus clases, ni los catedráticos son investigadores de su propia materia. Tanto en las instituciones públicas como privadas existen pocos profesores que indagan. A este paso, los estudiantes no asistirán a universidades, sino a institutos de educación superior que bajan su nivel de exigencia por captar más alumnos. Recuerdo que hace años, antes de dejar la cátedra, los rectores me decían: no aprietes mucho porque se nos van los estudiantes. Eso ocurrió hace 15 años y la realidad, lastimosamente, no ha cambiado. Para indagar se requiere un presupuesto económico y no siempre hay financiamiento… No se debe culpar a los gobiernos que no asignan recursos. Cuando las personas quieren sacar adelante un proyecto, lo hacen por su lado. La investigación no requiere de mayores recursos. Yo no los he tenido. Sin embargo, he puesto en marcha el Anuario histórico jurídico ecuatoriano, he publicado las Ordenanzas de la Real Audiencia de Quito, he dado a conocer las Audiencias de Quito a todos los historiadores de Derecho, he publicado la Historia del Ecuador de Aguirre Abad... y eso lo conseguí sin mayores inversiones económicas.

¿Entonces de qué depende la investigación?

Del interés de las personas y de nuestra capacidad para organizarnos. Hay bibliotecas, centros de estudios, revistas especializadas, etc. Hay gente que no quiere madrugar a misa, pero se levanta temprano para hacer ejercicio. La investigación es una pasión personal y eso tiene que fomentarlo la universidad.

¿Dónde empieza ese espíritu?

Comienza por el rector y todo el cuerpo de gobierno universitario que tienen que preocuparse por su comunidad. Pero si existen intereses particulares o de ideologías políticas, los factores académicos se quedan de lado. Esa es otra de las razones por las que no se promueve la investigación. (GCA)

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